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lunes, 1 de diciembre de 2014

Cuatro años apostando a promover aquellos valores...


Cuando decidimos forma parte de una agrupación que perseguía el fin de promover una cultura, diferente a la criolla o nacional, sabíamos que no iba a ser tarea fácil, lograr un rápido y amplio reconocimiento de parte de la comunidad de la que formábamos parte. Pero por otro lado, como dice un vasco, "si es tarea fácil... que lo haga otro".

Si bien cuesta encontrar a alguien en la actualidad que en su ascendencia no cuente con una rama vasca, sobre todo en nuestro pueblo al que arribaron tantos vascos en el pasado, y muchos aún saben que su apellido es vasco, el conocimiento de la cultura e historia de sus abuelos es en mucho casos inocentemente ignorado. La ausencia de transmisión cultural entre los vascos que emigraron de Euskal Herria y sus hijos argentinos explica en gran medida el bache cultural entre generaciones, que perdura en consecuencia hasta nuestros días.

Incluso, muchos de nosotros estuvimos ajenos durante años a la cultura de nuestros antepasados, pero en algún momento de nuestras vidas, la sangre tira, y se despierta el interés por saber quienes somos, por qué somos, y quienes fueron aquellos vascos a los que sólo conocimos a través de viejas fotos color sepia, pero que tanto nos hubiera gustado conocer.

Comienza así la búsqueda de nuestra historia, la de nuestra familia, y poco a poco nos empezamos a identificar con las características de aquellos vascos. Empezamos a conocer su pueblo, sus características, sus costumbres y tradiciones. Finalmente podemos ver que lo que nos cuentan de nuestros abuelos se replica en cada abuelo vasco de tantas familias.

Y como dice Laura Nobile, "lo que el hijo quiere olvidar, el nieto desea recordar". Y esto explica esa misteriosa necesidad que surge de lograr una conexión entre nuestros bisabuelos vascos y nosotros. En este punto cada uno sigue diferentes caminos para lograrlo: la música, la literatura, la historia, las danzas, la gastronomía, aprender euskera, los deportes y cualquier forma de lograr un continuum entre aquellos misteriosos y enigmáticos vascos y nosotros.

Si bien el vasco es considerado un individuo de pocas palabras (aunque hay excepciones) y siempre se adapto a la vida solitaria, fuera en las montañas en tierras de Aitor cuidando sus rebaños trashumantes, o fuese en los primeros años de soledad en las pampas argentinas donde se instaló en busca de trabajo, se caracterizó históricamente por pertenecer a un núcleo familiar que lo significaba todo y en el que cada individuo representaba un eslabón de una robusta cadena. E incluso al separarse sus familias y arribar a tierra extrañas no dudo en juntarse con sus pares para brindarse mutuo socorro.

Esa característica de trabajo conjunto y mancomunado perdura entre nosotros, quienes nos agrupamos con un mismo objetivo, rescatar del olvido la cultura de nuestros antepasados. Y si bien mantener viva sus costumbres y tradiciones suena folclórico y en gran medida lo es, no es el leitmotiv de nuestra labor, ya que uno no puede pretender que todos aprendan danzas, música o euskera, sobre todo en el mundo globalidazo en el que vivimos con un claro direccionamiento hacia pautas que parecieran indispensable incorporar para lograr éxito y no quedar marginado, pero sí creemos fundamental transmitir a las generaciones venideras (cosmopolitas) aquellos valores y principios que caracterizaron a aquellos vascos y que creemos indispensables para mejorar la sociedad en la que vivimos... la palabra empeñada, la mutua confianza, la solidaridad, la unión familiar, la honradez y el espíritu laboral... Todas características que podemos encontrar conjuntas en los vascos de otrora. Muchas lamentablemente se han perdido, pero son fácilmente cultivables en los jóvenes que son el futuro de nuestra Nación.

En los cuatro años que lleva esta nueva etapa de Zazpirak Bat herense, hemos enfocado nuestro esfuerzo en transmitir dichos valores y principios y la tradición, es una gran vía para lograrlo.

Es así que encontramos por ejemplo en los Deportes Rurales (Herri Kirolak) el fiel reflejo del espíritu que caracterizó históricamente al pueblo vasco y del que tanto se valió Argentina para progresar hace 200 años.

Es curioso ver que los deportes que se gestaron desde las comarcas rurales de Euskal Herria derivan de las faenas diarias practicadas por el vasco para subsistir a lo largo del año. Es claro su espíritu cuando vemos que los inmigrantes vascos trajeron consigo herramientas, o que al desembarcar se alejaron de los centros urbanos para instalarse en el interior y hacerse cargo de duras tareas rurales (ovejeros, alambradores, tamberos) que requerían no sólo esfuerzo físico sino constancias y voluntad diaria en un ámbito de soledad.

Ya pasaron cuatro años del primer encuentro de Herri Kirolak organizado por nuestro Zazpirak Bat y que cada año gana más adeptos y entusiastas espectadores. Incluso dándonos el lujo de trasponer las fronteras herenses, teniendo el honor de llevar la demostración de deportes rurales a la edición 2014 de Buenos Aires Celebra - País Vasco en la Av. de Mayo de la Ciudad de Buenos Aires.

Invitamos a toda la comunidad a la cuarta edición de la Semana Vasca de Fin de Año que se llevará a cabo desde el sábado 29 de noviembre hasta el domingo 7 de diciembre.

Esperamos poder contar con la presencia de todos ustedes para compartir un grato momento y despedir el año entre familia y amigos:







Centro Basko - Zazpirak Bat
General las Heras
Buenos Aires - Argentina